Son muchas las historias vinculadas a esta tierra a la que nuestra familia ha estado ligada desde hace más de un siglo.

Pedro Valenzuela Godoy, nuestro padre siempre fue un enamorado de la finca que heredó de nuestra abuela Pepita tras toda una vida de dedicación y amor a estas tierras. Esta misma pasión continua hasta el día de hoy.

Tras años dedicando la finca a la explotación de ganado vacuno y porcino, Don Pedro siguió expandiendo la finca.

Su sueño de rehabilitar el cortijo de la finca del siglo XIX siempre estuvo presente, pero pasaron años hasta que su sueño se hizo realidad.

Con este propósito, como familia queremos transmitir nuestras vivencias en cada rincón de nuestro hotel para hacerte sentir como en casa y en armonía con el entorno único de la dehesa.